El próximo 1 de junio de 2021 el artista norteamericano Plural aka James Johnson debuta en Rhod Records con un EP que solo se puede digerir en la pista. Pensando ya en el fin de esta pesadilla vírica, sin clubes desde hace un año y varios meses, Plural enfoca efectivamente la vuelta en plural (risas), es decir, con nosotros, y nos ofrece cuatro tracks en el EP Suffer Not Enough para cuando al fin logremos reconquistar los clubes.
Estrenamos en exclusiva el tema Doom Slug con una reflexión que bascula entre el sufrimiento y el placer que provoca la música electrónica.
Muchos y muchas escuchamos música electrónica por placer, buscando el éxtasis liberador del baile o realizando viajes introspectivos a modo de ritual. Sin embargo, cuando estamos de mala leche, cabreados, frustrados o sencillamente de bajón por algún motivo, la electrónica puede ser también un chute de flow necesario para reafirmarse y tratar de tirar adelante.
Hay algunos casos, especialmente sensibles, que pueden llegar a sufrir escuchando música electrónica. En mi experiencia como clubber, festivalero y alentador de after parties en casa, recuerdo con especial cariño y nostalgia un encuentro fortuito en mi anterior piso de Barceloneta en el que la belleza del momento fue tal que, efectiva y paradójicamente, sufrimos musicalmente. De hecho, recuerdo haber escrito el post en el anterior blog, explicando más o menos lo siguiente. Sería el año 2015, pongamos, y recuerdo estar en pleno after del Sónar, como decía, en Barceloneta, en el piso que comúnmente conocíamos como Barceloneta Central Scrutinizer, con un amigo que pinchaba en una de las fiestas del OffSónar, su pareja y dos amigas suyas que estaban de visita, una asiática y otra chica francesa, muy devota de la electrónica.
Serían las nueve o diez de la mañana y yo estaba totalmente on fire, compartiendo tracks desde una controladora que tenía en aquellos tiempos, vociferando cada tema como si fuese un niño de los años veinte vendiendo periódicos por las calles de Nueva York. La cuestión es que mi colega y su novia se fueron a acostar, y la chica asiática se quedó dormida en el sofá. En la butaca más cercana a mí y a los altavoces se encontraba la chica francesa, despierta, totalmente absorta con la música, comentando los temas conmigo. Y en esas me suelta: I love this moment. I love this music. Too much. It hurts.
A pesar de haber rememorado la escena en varias ocasiones, no ha sido hasta recordarla de nuevo a raíz del título del EP de Plural en Rhod Records Suffer Not Enough cuando he caído en la cuenta de la sublime lucidez de aquella chica, cuyo nombre no recuerdo y que no he vuelto a ver nunca más, que sabía que aquel momento era preciado y único mientras lo estaba viviendo, sabiendo que se desvanecería y que la nostalgia tomaría el relevo, de ahí el dolor.
Ahí estábamos, a nuestros veintitantos años, derrochando temazos como si no hubiese mañana, a un volumen insultante, un día cualquiera a plena mañana, y mientras yo lo veía lo más normal del mundo —dando por sentado que se fluye así—, ella atisbaba lo singular de todo el momento, que tarde o temprano se desvanecería, pues cierto es que todo debe llegar a su final. Estaba feliz, sí, pero al mismo tiempo sufría, de placer y de ser demasiado consciente de que algún día envejeceríamos, los afters no tendrían la misma fuerza y nuestras mentes, lastradas por los vaivenes de la vida y las conductas erráticas, posiblemente no vibrarían igual.
Artista: Plural — Track: Doom Slug — Sello: Rhod Records
El trabajo de Plural para Rhod Records es, en este sentido, un flujo de furia de techno detroitiano que se revela contra esta conciencia de lo efímero en la belleza. Con efluvios del mejor Dave Clarke de la época, de graves saturados y sucios y melodías estridentes que nos sacuden la caja torácica, el track Doom Slug rebota con hostilidad cualquier atisbo de recrearse en la nostalgia, y nos empuja de nuevo a la acción, a tirar hacia delante bebiendo de los primeros años dorados del techno. Una posible traducción directa de Doom Slug es babosa condenada, un título desagradable. Otra acepción, algo más creativa, podría ser lingote de perdición. Un lingote se suele asociar con el oro o con algún otro metal preciado. La música electrónica es para muchos y muchas de nosotros ese lingote, cuyo precio no es tasable, y al mismo tiempo supone nuestra absoluta perdición. Tantos momentos de extrema belleza vividos con ella, y todos terminan, tarde o temprano. Es el eterno hacer para dejar ir otra vez. It hurts. Pero, sin este viaje a caballo entre el placer y el sufrimiento, todo tendría mucho menos sentido y entonces tendríamos que conformarnos con el sufrimiento a secas, y con la primera definición de Doom Slug.