Tiene menos de 30 años y apenas lleva dos desarrollando el sonido con el aka Obseth: el artista gallego es uno de los más prolíficos del panorama actual en España, con releases dentro y fuera del país que han pinchado ya nombres como Ben Sims, HD Substance, Inigo Kennedy, Pushmann o A Thousand Details.
Con Roller Coaster, Obseth firma el release número 23 de Dust Trax.
A veces (aunque cada vez menos veces), la vida se parece a la portada de Reconnect que firmó Petit Astronaute hace unos meses en Dust Trax. A saber, un lento avanzar de una barca motorizada con pocos caballos que atraviesa un lago calmo, sin apenas oleaje. En otras ocasiones (que son cada vez más), vivimos montados en una montaña rusa (nunca mejor dicho) que apenas nos deja tiempo para levantar los brazos y salir mirando a cámara para luego poder ver nuestro jeto divertido en la tienda de souvenirs y comprar la foto con el logo del Parque de Atracciones de Turno y, sí, nuestro careto diciendo "¡qué bien me lo estoy pasando en el parque!". Cuando estamos montados en una montaña rusa vital de la que no sabemos muy bien cómo vamos a salir, apenas nos importa la de cámaras que documenten la caída al vacío, ni tan siquiera si salimos bien o mal en la foto que sea. Lo único que queremos es apearnos de la maldita atracción, poder poner los pies en el suelo y entrar en otro ciclo vital.
Justamente, entre un modo y otro, se encuentra el track Roller Coaster de Obseth: rítmico y con un rollo tribalero, agitado y altamente bailongo, quizás si que sería el track perfecto para lograr subir en una montaña rusa divertida, sin sufrir por las consecuencias de la velocidad ni jugando metafóricamente con nuestro flow vital.
El nuevo techno ha dejado de ser una oda turbia y oscura que hace honores al hard techno y, gracias a productores lúcidos y amantes de las atracciones electrónicas como Obseth, se convierte en algo igual de rápido, pero mucho más divertido. Incluso podemos sonreír a cámara y bailar mientras vamos subidos en los raíles: Welcome to Dust Trax Land.