• Dicen que leer entre líneas es perderse parte del contenido, y eso es cierto, salvo que comprendas el contexto de tal modo que puedas recorrer el texto dando saltos y uniendo solo aquellos puntos relevantes. Los puntos clave, para entendernos. Podríamos llamar a esos puntos beats, pero también compases, podríamos incluso buscar analogías con otras artes o metáforas rebuscadas e igualmente ingeniosas.
• Esta entrevista con Kurt Uenala es solo la primera parte de una conversación que comenzó en lo musical y acabó en lo personal, y por eso resulta tan interesante compartir solo la primera parte, la musical. Porque, para personas como Kurt, la música y la vida son lo mismo, parte de la misma cosa; y una conversación sobre la música puede ser, también, una conversación apasionante sobre todo lo que la hace posible.
• Con el enorme nuevo álbum de Null + Void, Cryosleep, y esta parte de la entrevista en la que hablamos fundamentalmente de la música, las ciudades, el mainstream y el underground —y de esos lugares secretos en los que ocurren las cosas mágicas—, hay material más que suficiente para disfrutar, pensar y seguir bailando después —aunque sea con los ojos cerrados, apenas contoneando el cuerpo, y generando una leve pero decidida sonrisa de placer íntimo.
Obviamente, de no ser íntimo, será en uno de sus conciertos, que prometen mucho y estarán a la altura de las expectativas puestas en su regreso como Null + Void y temas como Lost And Blind o Into The Void.
Esto fue lo primero que le dije al comenzar nuestro Skype, justo en el preciso momento en el que conectamos las cámaras:
Vanity Dust: Te veo rodeado de máquinas, no hay que ser adivino para intuir que estás en el estudio.
Null + Void: Sí, ¡siempre estoy aquí! Paso más tiempo aquí que en cualquier otro lugar.
[Me pregunta si estoy en la oficina o en mi casa y le respondo que en vez de máquinas tengo algunos libros y que el comedor de mi casa es mi oficina, por decirlo de algún modo. Pensándolo ahora que estoy transcribiendo la entrevista, se me ocurre “sala de experimentos” como una forma de definir mejor el espacio. He bajado las persianas para aislarme del ruido exterior y de los estímulos visuales, aunque sean lejanos desde mi sexto piso con vistas a un parque verde, el ruido de la calle sigue permeando mis neuronas más de lo deseable.
Null + Void vive en Nueva York y yo vivo en Barcelona, y pasamos a hablar de su última vez en estos lares del Mediterráneo. Es nuestro modo de dar paso a una entrevista fuera de lo común, repleta de offtopics, recuerdos vitales y exquisitas anécdotas personales, aquellas que solo tienes la suerte de compartir con los amigos que no tienen reparos a la hora de sincerarse con una sonrisa.]
Null+Void: Recuerdo que estuve en Barcelona por última vez hará unos siete u ocho años. Fui con mi banda de aquel momento, para una boda. Pero también aprovechamos para trabajar en el hotel. Dormíamos allí y currábamos ahí también. En realidad, fue muy divertido.
Ahora estás en Nueva York, pero no sé si viviste en otros lugares de Estados Unidos u otros sitios. Me refiero a los saltos que has dado desde que saliste de Suiza.
Viví en Boston en un primer momento, pero luego me enamoré de una chica y me mudé a Nueva York para estar con ella. Ahora tengo tantos cacharros en el estudio que planear una mudanza es complicado, casi imposible.
Desde fuera se suele leer y escuchar que Nueva York es una ciudad imposible para vivir, más allá incluso que en otras grandes capitales. Todo es caro y pijo y, por ende, bastante poco estimulante para que crezcan y se desarrollen los talentos creativos, menos interesados en las finanzas y más estimulados por la creatividad.
Sí, es cierto, especialmente Manhattan. Es una locura. Francamente, te diría que está acabado. Yo tengo el estudio aquí desde hace tiempo, pero cualquier club te obliga a gastarte 50 dólares en una botella, eso solo como entrada para tu noche. Es un playground para millonarios y está plagado de pijos y peña cheesy. Y me quedo corto. En Manhattan, hace dos o tres años, todavía quedaban un par o tres de clubes, pero no queda ya nada de ello. Brooklyn tiene todavía algunos sitios interesantes, ahí si queda algo. De hecho, viví en el barrio cinco años.
¿En qué tipo de lugares te sientes más cómodo tocando, en sitios pequeños, quizás?
Sobretodo en lugares pequeños. En Nueva York queda una fiesta en concreto, que es mi favorita, se llama HSH*. No sé cuánto tiempo más durará, está en un basement del Lower East Side, cercano a Chinatown… ¡Y hasta tienen máquinas de humo! Por alguna razón que desconozco, las máquinas de humo no suelen estar autorizadas en Nueva York. El lugar también tiene una iluminación muy rudimentaria y eso queda genial. Hay mucha gente interesante tocando ahí y quizás continúe siendo un buen lugar algún tiempo más.
¿Con Cryosleep, estás listo para tocar en lugares como este y en los otros?
Sí, ya tengo varias fechas cerradas, ¡pero en Nueva York serán lugares en los que confían en vender unas cuantas botellas por mesa! Cuando comienzas a poner terciopelo rojo en los clubes te cargas su esencia.
Aunque tú no hagas solo techno, esta situación de polaridad con los clubes parece extenderse a toda la escena. Es decir, hay artistas del mundo del techno que se comportan o comienzan a comportarse como estrellas del pop. Más allá de su caché, piden caprichos para tener en los camerinos, vuelos de primera clase… Y hay clubes y festivales que, sencillamente por su tamaño, no pueden permitirse asumir este tipo de costes. Se me hace raro que luego vengan ciertos artistas y defiendan Underground Resistance.
Aquí, en Nueva York, el techno también se está volviendo muy mainstream.
Más allá del mainstream y del underground, y de las burbujas especulativas que están teniendo lugar alrededor de la electrónica, supongo que la importancia de conectar con mentes afines sigue siendo una prioridad para ti. Estoy pensando, por ejemplo, en una colaboración tuya con Matrixxman. Él te hizo un remix para el tema Asphalt Kiss.
Charlie, ¡claro, por supuesto que lo recuerdo!
Matrixxman se dedica principalmente al techno de alto vuelo, pero tú trabajas en géneros muy diversos, me gustaría saber cómo trabajas con otros artistas que están en otros campos y que me explicases algo más acerca de este tipo de conexiones que estableces. Pienso también en Dave Gahan y su aparición en tu Cryosleep.
Si lo miras desde un plano general, está claro que todos somos grandes amantes de la música, más allá de sus géneros. Matrixxman es conocido quizás por su faceta más techno y su buen gusto al pinchar, pero escucha muchísimos otros tipos de música y tiene un gran bagaje.
El año pasado estuvimos casi tres meses juntos, trabajando con el álbum de Depeche Mode. Durante ese tiempo tuvimos tiempo para nosotros y desarrollar también otras ideas y colaboraciones entre nosotros.
¿Cómo ha sido el proceso de trabajo de tu Cryosleep?
Siempre he sido de los que prefiere los álbumes que contienen diversidad, y que permitan más de un solo tipo de escucha. Si no, puede ser frustrante. De todos modos, visto desde otro punto de vista, a veces un solo track es lo que realmente inspira todo el álbum y el resto de tracks pueden ser una mera reinterpretación del mismo.
Lo bueno de verlo de este modo es que, efectivamente, si a la gente le gusta ese track, luego le gustará todo el álbum. Por eso, aunque suene contradictorio, empiezo cada tema desde el principio, y luego voy trabajando o empezándolo de nuevo para que me guste cada vez más. Cambio de registro o pruebo con otra técnica, por ejemplo.
Entonces, ¿Cuál es la continuación de tu proceso creativo hasta dar por cerrados los sonidos que se van a lanzar en un álbum?
A mi lo que me encanta es escribir los tracks y el proceso de hacerlos. Lo que es otro tema es la selección que finalmente se incluye en el álbum en sí. En realidad, voy haciendo temas constantemente y en lo que no soy bueno es en elegirlos. Por eso suelo contar con otras mentes que me ayudan y me aconsejan acerca de cómo sonará mejor.