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Nørbak presenta un nuevo viaje electrónico en forma de álbum que llegará en doble vinilo y digital el próximo 29 de enero a través de Warm Up Recordings. El release, apto para la escucha y el baile, despliega un sin fin de propuestas y sonidos que denotan la maestría del productor portugués a la hora de captar y definir el techno contemporáneo, que no se detiene por mucho que la pandemia haya puesto en jaque las respectivas escenas y sus clubes.
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Flesh To Ashes llega para quedarse y aquí compartimos en exclusiva el track Rune Value, cuyo ensamblaje te dará ganas de incorporarlo ya mismo en tu tracklist, además de desear escucharlo en loop.
Sin duda alguna, Nørbak es uno de los productores de electrónica refinada y techno más solventes de Portugal y de otros universos que artistas como él suelen frecuentar. Su relación con Warm Up Recordings, sello de Óscar Mulero, viene de lejos, y fue en enero de 2019 que lanzó su primer release con 7 tracks, Faktor EP. Con la llegada de su nuevo álbum, esta vez un LP que saldrá en formato digital y en vinilo, hablamos de palabras mayores: Flesh To Ashes es una pieza de orfebrería electrónica que ultrapasa la pista para alcanzar también profundidad en la escucha, el viaje introspectivo y, cómo no, exploraciones interestelares. Flesh To Ashes es un doble vinilo que podrás pinchar y escuchar, tantas veces como quieras, tantos años como sea preciso.
Si hay algo de atemporal en el techno actual, Nørbak sabe captarlo, quitando efectismos en sus temas y tramando por otro lado atmósferas (palabra muy de moda en el terreno musical, es cierto) complejas, ricas y nada edulcoradas. No es que sus producciones sean básicas o sencillas, sino que carecen de la pretensión de intentar deslumbrar, tan característica de otros productores más afines al techno comercial. El menos es más es una práctica muy valiosa que pocos saben cómo manejar, y al aplicarla burdamente puede dar resultados pobres o tracks demasiado lineales o sosos, que nos dejan con la sensación de que ya hemos escuchado ese sonido antes. En otras palabras, es muy difícil no repetirse o trabajar tu sonido cuando te mueves en un horizonte definido y tan explotado como el techno contemporáneo, pero este es un reto que Nørbak sabe cómo manejar al detalle. Para lograr el equilibrio entre la originalidad y la sorpresa, quizás hace falta un factor más, tener esa chispa como productor que logre encender los tracks, que al escucharlo notes el crepitar de los sonidos en su plena combustión, en el momento justo en el que arden, ni antes —cuando los sonidos permanecen intactos en sus máquinas— ni después —cuando son cenizas o polvo dejado por otros que los han usado anteriormente—. Precisamente cuando uno es capaz de capturar ese momento, que ocurre solo cuando la combustión está teniendo lugar, salta paradójicamente a la experiencia atemporal del sonido. Flesh To Ashes, además, aparece en pleno invierno pandémico, y aunque algunos de los tracks pisteros no podremos disfrutarlos en su contexto esencial, es un release reconfortante, porque abre y define un año que puede volver a ser arrollador y efervescente a nivel de producción electrónica. Nørbak sin duda ha prendido la llama para que así sea.
El track Rune Value, que estrenamos hoy con enorme privilegio, retumba como los pasos de los exploradores en las catacumbas y las ruinas de las construcciones emblemáticas de pasadas civilizaciones. De golpe, con la imaginación desatada por su sonido, me imagino cómo sería, por ejemplo, escucharlo atronando en las catacumbas de una pirámide egipcia, o en el interior de un templo azteca. El tema tiene ese sonido ritualesco de valor incalculable y que nos induce al trance mental y al baile liberador. La sincronía perfecta entre el beat y la percusión, con su profundidad y eco en la escucha, abren un foso en el que, si te lanzas, viajas sin límite a través del tiempo.