Un track original de Headbirds, fresco y atemporal, como suelen ser las grandes amistades: long-lasting. De manufactura analógica, grabado disparando máquinas, en directo, sin aferrarse a un género concreto, supurando good vibes.
Headbirds es DJ y productor desde hace muchos años, su vocación por la música manufacturada con máquinas le ha llevado a lanzar en muy diversos sellos, a convertirse en una figura esencial, discreta, seria y de culto en el panorama nacional. Habitual en muchas salas de Barcelona, del Moog al Laut, por poner un par de ejemplos, Headbirds, “el de Banyoles”, montó también el pequeño proyecto Corea en el corazón del Raval —unas fiestas en la calle Robadors 23, que fueron geniales. Pero eso es tan solo un pequeño capítulo en su historia: ha lanzado también un sello, Ochomel, y estuvo a cargo del festival l’Estrany de Banyoles durante casi una década, ha pasado por el Sónar con su live con Atzar y ha pinchado en Tailandia y Vietnam —entre otros tremendos lugares—. Y sí, también ha estado en mi casa.