El madrileño Psyk (Manuel Anós) comenzó con quince años a producir música electrónica y su techno sonaba en Europa cuando apenas había cumplido los veinte.
En 2011 fundaba Non Series: el sello cumple ahora cinco años con grandes firmas del techno y los lanzamientos previstos para este año auguran un proyecto electrónico que todavía tiene mucho por bailar.
De tus inicios en la escena del techno, hace más de diez años, se suele decir que fue tan precoz como fructífero, ¿cómo llegaste a la escena techno del momento?
Ya llevaba algún tiempo produciendo por mi cuenta cuando empecé a estudiar sonido. En aquellos años, en España, se pinchaba un techno más duro, con los bpm altos. Desde los inicios, las mayores influencias en mi música han sido gente como Hood, Plastikman, Dave Clarke, Jeff Mills, Rachmad, Surgeon o Luke Slater. En concreto, el techno de pocos elementos que hacían Richie Hawtin, Robert Hood o Steve Rachmad fue una influencia muy grande para mí. De hecho, el primer disco que saqué fue con él, en una compilación suya.
Que tu primer tema, sin haber sacado antes material en ningún otro lugar, lo publicase precisamente el artista que más te había influenciado desde el principio es algo, por decirlo de algún modo, poco frecuente. En realidad, los artistas que, empezando desde cero, logran cierto reconocimiento entre los grandes, suelen hablar de mucha paciencia y tiempo, además de la constancia y de producir buen material.
Sí, no me lo esperaba, y menos porque era el tercer tema que producía en mi vida. Lo mandé para probar suerte, a una dirección que tenía de Richie; me respondió que lo iba a utilizar para una compilación. A partir de ahí me lo tomé más en serio, aunque nunca pensé que podría llegar a vivir de ello. Creía que quizás podría conseguir algún bolo, porque lo que me gustaba y me sigue gustando más es pinchar.
¿Cuándo sentiste que habías logrado una estabilidad y un sonido que ya te definían como músico?
Fue a partir de 2011, con el lanzamiento del sello. Ese fue el punto de inflexión en mi desarrollo artístico. Desde la primera referencia del sello ya sabía qué sonidos quería producir y editar. He sacado dos referencias mías en el sello bajo el nombre de Maan, pero nunca antes como Psyk. Este mes de abril sale mi primer lanzamiento como Psyk. Para mí, Non Series ha sido como una ventana para promocionar y mover el sonido que me gusta producido por artistas que me parecen interesantes. En cuanto a mi trabajo, he preferido irlo sacando en otros sellos ya que la idea principal del sello era mantenerme al margen de la producción.
¿Cómo surgieron las primeras colaboraciones con los artistas que querías tener en tu sello (Non Series)? Supongo que primero fuiste haciéndote un nombre dentro de la escena y que, a partir de ahí, conociste personalmente a los artistas que ya seguías y que querías editar.
Mi carrera pegó un fuerte giro en 2012, con el primer disco que saqué en Mote-Evolver (Distane). Ha sido el que más se ha vendido de los que he hecho. Luego saqué uno de mis mejores EPs hasta la fecha (Arcade) seguido por el tema Eclipse en CLR. Suelo editar en Mote-Evolver siempre, ahora de vez en cuando en Tresor (legendario club berlinés que también tiene un sello muy importante) y este año en un sello que va a lanzar el clásico club FUSE de Bruselas, en otoño.
Si chequeamos los artistas que has publicado en Non Series, nos encontramos con nombres ya consagrados, que llevan en la escena muchos años, activos desde los noventa. Hablamos de artistas como Mark Broom o Eduardo de la Calle, entre otros. ¿Hasta qué punto fue significativo para ti el haberte formado como dj escuchándoles y de golpe ver que sacabas su música en tu propio sello?
Nunca me lo planteé, claro. Como tampoco me había planteado antes trabajar codo con codo con Tadeo (Miguel Sar). Son artistas increíbles. Chevel, por ejemplo, es uno de mis artistas favoritos, apenas lancé el sello hablé con él y fue la quinta referencia que se publicó en Non Series. Marcel Dettmann o Steve Rachmad también han editado en el sello; ahora Architectural saca un EP y sale otro de remixes de Silent Servant, Function, Shifted & Pris del reciente álbum de Tadeo en el sello (Chronicles Of The Future). Todos ellos han sido mis influencias desde siempre y tenerles en tu sello es algo muy personal: muestras el trabajo que te gusta de los artistas que admiras. Non Series busca un sonido atemporal, es música minimalista, que suena como la de antes pero tiene un toque contemporáneo. Podrás escucharla dentro de diez años y seguirá en forma.
Dentro de la escena europea, Berlín ha tenido un papel determinante en el estado actual de buena salud del género, ¿cómo valoras su importancia en los últimos años?
En Europa, el techno berlinés llevaba tiempo petándolo. En España, en cambio, ha explotado otra vez hace relativamente poco. Tras la era minimal y el techno-house comercial, sobre 2012 creo que aquí empezó a sonar más techno, hoy en día está por todas partes.
Artistas como Ben Klock, hace apenas cuatro o cinco años, eran poco conocidos en España. Sin embargo, actualmente encabezan festivales y llenan clubes.
Es cierto. Recuerdo cuando empezaron a pinchar en España, por ejemplo en el Klubbers Day de 2010, en Madrid. Marcel Dettmann y Ben Klock pincharon en las carpas pequeñas mientras que en el resto de Europa estaban ya muy arriba. En España siempre hay un delay de tres años, es de manual. En cuanto al techno de Berlín, es cierto que Berghain es el mejor club que hay, no es equiparable a ningún otro. También el concepto detrás del sello Ostgut, ha ayudado mucho a hacer crecer la escena techno en todo Europa, sobre todo años atrás.
Hay un debate en el mundo de la música, que también toca de lleno a la electrónica, que se ha ido eternizando en nuestro país. Por un lado, parece ser que es muy difícil que te hagan caso tanto aquí como fuera, pero lo que cuesta en especial es lograr que te reconozcan también fuera de este país. Comentábamos al principio que tú saliste fuera mi pronto y antes de conseguir trabajar en España. Desde tu experiencia singular y respecto a lo que has ido viendo con los años, ¿cuál es tu opinión respecto a esta encrucijada?
Sinceramente, creo que el hecho de conseguir trabajo en el mundo de la electrónica es complicado para todos. Seguro que hasta Óscar Mulero, que es el número uno en España, tiene problemas para conseguir todas las fechas que le interesan. A veces te ofrecen una fecha para pinchar en un sitio y por una razón u otra no puedes, y en el momento más insospechado te llaman para pinchar en ese sitio. Hay tantos djs y los cambios son tan bruscos que en cuestión de un año puede haber cambiado el panorama por completo. Si consigues tener tu propio sonido puedes evitar estar tan expuesto a todos estos cambios.
Mi caso ha sido el contrario, siempre he trabajado fuera y muy poco aquí. Por decir algo, por allá 2014 igual había pinchado cinco veces en Berghain y en todo España solo seis. Ahora, por suerte, eso ha cambiado, pero es un movimiento que no acabo de entender, quizás sea parte de ese retraso que teníamos aquí o de los cambios del sonido en la escena. Hay muchos factores que intervienen y es difícil entender los ciclos y todas las razones que intervienen.
En cuanto a tu lado clubber, ¿cómo ha sido tu relación con la experiencia de club desde el lado del público? ¿Solías salir en tus inicios, sigues saliendo ahora?
Empecé saliendo bastante pronto, supongo que como todo el mundo. Entre los quince y los dieciséis ya pinchaba, y en esos año empezamos a hacer raves por la zona de Madrid. Luego, a medida que trabajaba más —normalmente fuera—, cada vez iba saliendo menos.
En SoundCloud hay una sesión tuya bastante larga que grabaste en cassette, de unas dos o tres horas, con varios registros y géneros. Sorprende porque no es lo que sueles pinchar en otros lugares.
Sí, en realidad esa noche pinché cinco o seis horas. Como acostumbro a pinchar en mitad de la sesión o en el cierre, tengo pocas oportunidades de abrir la noche; es una cosa que me gusta hacer de vez en cuando. Puedes experimentar un poco más y hacer algo diferente, y la sensación de ir viendo como la sala se empieza a llenar y vas construyendo la sesión es muy interesante.
Hay pocos DJs que sean capaces de manejar una sesión de tantas horas, desde que el club abre vacío hasta que llega a su máximo y hasta que llega al momento del cierre. Pienso que Ángel Molina es uno de los pocos que pueden hacerlo en España. Porque gente que pinche cinco horas claro que la hay, lo que cuesta es encontrar artistas que tengan algo relevante que decir de forma sostenida durante todo el tiempo. Curiosamente, Ángel Molina es de los pocos djs que no produce, está centrado en su trabajo como dj. ¿Conoces otros artistas con un perfil parecido?
Creo que Kr!z, fundador del sello belga Token, es un claro ejemplo de ello. Su caso es singular y se explica porque es él el que lleva el sello y porque anteriormente ha tenido residencias importantes. Recuerdo también el caso de Sandrien, dj holandesa, que prácticamente no produce pero que es especialmente conocida por sus sesiones largas como residente en el club Trouw.
¿Has sido residente en algún club en algún momento de tu carrera?
Lo más parecido que he tenido es mi sesión trimestral en Cassette, pero residencia como tal no he tenido ninguna. Y me habría gustado empezar así, porque aprendes cosas que no se aprenden al formarte haciendo sesiones de solo dos o tres horas. Ver al mismo público todas las semanas, o todos los meses, te hace plantear la música y las sesiones de otra manera. Aprendes mucha psicología de pista siendo residente.
Hay muchos casos de djs que luego han saltado a la escena internacional, y que no serían lo que son sin esas residencias, desde Ben Klock y sus maratones de 10 horas hasta Helena Hauff, entre muchos otros.
Nunca podría pinchar en una maratón de diez horas seguidas. Primero, porque me destrozaría la espalda —la tengo ya bastante tocada— y, segundo, porque el estilo que se lleva en Berlín es de transiciones muy largas. Por lo general, mi estilo suele ser más dinámico en la mezcla. Esa manera de pinchar que tienen en lugares como Berlín es precisamente por tener sesiones de mínimo cuatro horas; la idea de un set de tanto tiempo tiene que tener otro enfoque diferente al de pinchar dos horas en un club que abre tan solo seis.
Respecto a cómo se percibe un artista por parte del público, en demasiadas ocasiones los criterios extramusicales toman relevancia y distorsionan vuestro trabajo. Te planteo, por ejemplo, el caso de Richie Hawtin, que hace años era idolatrado y que, en parte debido a varias salidas de tono poco afortunadas en los últimos tiempos, hay quien cuestiona íntegramente su figura y lo que significa su trabajo a lo largo de las décadas. Puede que no sea eso, que solo critiquen lo que está haciendo ahora, pero sí da la sensación de que cuando un artista mediático pasa una mala racha, el público que le sigue se olvida muy rápido de su importancia y del trabajo hecho y pasa a estar en el punto de mira.
Intento basarme en el terreno musical y, como comentábamos, Richie siempre será una de las mayores influencias de mi carrera. Lo que está haciendo ahora no me gusta, exceptuando su último álbum, que está bastante bien. El circo que le rodea ahora y el rollo Ibiza no ha dejado rastro de lo que fue, pero no se puede negar lo que ha significado para el techno y para tanta gente. Su disco Decks, EFX & 909 me cambió la vida. Y muchas de sus producciones como Plastikman, también. Por eso, sería hipócrita renegar del pasado que nos ha legado.
Regresando a tu sello, Non Series, Tadeo sacó en febrero el álbum Chronicles Of The Future. Desde el mismo teaser, queda clara la influencia o los guiños explícitos al cine de ciencia ficción. En el techno, son varios los artistas que lo reivindican como influencia o fuente de inspiración. ¿Qué has tomado tú del cine a la hora de producir o enfocar tu sonido?
En mi caso, las bandas sonoras me han marcado mucho. En el módulo de sonido aprendimos a sonorizar películas, componíamos temas en post-producción y grabábamos los sonidos que fuesen necesarios. Podíamos producir todos los elementos para un cortometraje. Luego, en una clase de audiovisuales, nos daban las nociones básicas sobre cine. Vengo de una familia en la que la fotografía y el cine son importantes y eso lógicamente también ha influenciado mi carrera.
En cuanto a tus producciones actuales y anteriores, ¿cuáles han sido las herramientas, instrumentos, programas y máquinas que has utilizado?
Los primeros trabajos los hacía con Logic y software después fui aprendiendo e invirtiendo en sonido y hardware.
Por cómo lo planteas, seguirás desarrollando esta combinación entre equipo digital y analógico, aunque con vistas a que las máquinas tengan cada vez más presencia.
Para mezclar, sigo utilizando Logic y, para producir, combino software y hardware. Tiene sentido que en un EP mantenga el mismo sonido, por eso hay veces en las que utilizo solo hardware y en algún otro apenas uso máquinas; depende de lo que quiera conseguir. Para mí, cada EP debe tener cierta coherencia y por eso puede variar más respecto a otros.
Hablábamos de lo importante que había sido lanzar tu sello en su momento, y paradójicamente este mes sacas por primera vez un EP como Psyk. A finales de 2015, sacaste con Tresor un EP de cinco temas, ¿cómo llegaste a decidirte para editar en tu sello finalmente?
Los dos temas que saco en el EP para Non Series (Origin y Wire) tenían que ser para un nuevo EP de Tresor, pero decidí editarlos en mi sello; tenía muy claro que encajaban perfectamente dentro de la línea del sello, con un sonido muy de los noventa y pocos elementos. Hay mucha gente que no sabe que es mi sello, porque tampoco lo relaciono de manera evidente. Para mis propios lanzamientos, me he planteado sacar más adelante un sello en el que edite solo mi propia música, lo contrario de la idea de Non Series.
Entrevista publicada originalmente en eldiario.es por Vanity Dust en 2016.