En esas que crees que ya lo has escuchado todo y aparecen Koryu Budo Records again (and again) presentando su próximo release, en vinilo y digital, que firma el madrileño Blovk. Te lo escuchas con calma, respiras, intentas digerirlo de primeras aunque sabes que no será posible. Porque fluids, tears, que llega el próximo 9 de junio, te deja incluso babeando (por el tema de los fluidos), ensimismado por el basto y extenso repertorio que gasta Blovk.
Blovk, ingeniero de sonido y productor, no es precisamente alguien que llegue de la nada con buenas ideas. Sus trabajos anteriores, tanto en sellos nacionales como internacionales, son ya de por sí encomiables: su EP para AWRY (sello de Wrong Assessment) o su release en Subosc Records tienen tela, sin olvidar los lanzamientos puntuales en su sello, Outside Noises, por mencionar solo algunos.
Pero, como suele ocurrir en la serie de Koryu Budo XL, que busca el punto medio entre el EP y el LP, lo que más motiva de fluids, tears (número 3 de la serie XL) es esa sensación de estar ante un trabajo de autor. Claro que hay tracks bailables, pero no son evidentes ni tools para pista. Hay experimentación, complejidad, sonidos fruto de la exploración de un artista que, a nivel musical (desconozco su edad real, digamos que eso no nos importa, cotillas) alcanza su madurez, a saber, cuando eres capaz de incorporar una cierta visión del mundo, en este caso de su sonido, que escapa al simple blanco y negro, que incluye multitud de matices y tonos que enriquecen tu discurso y lo elevan a otro plano de conversación o, en este caso, escucha.
Cuando ya has sudado mucho, llorado mucho, cuando te has dejado arrastrar por los fluidos que nuestros imperfectos cuerpos producen para poder regenerarse y sobrevivir —podríamos decir que los fluidos son, hasta cierto punto, un modo de expresión corporal—, es entonces cuando puedes sentarte una tarde como la de hoy, abrir el tocadiscos y situar la aguja justo al principio del primer track del release de Blovk para Koryu Budo Records. Si bailas y acabas empapado, bien. Si te da por llorar, no pasa nada. Si te quedas plácidamente dormido, con la baba cayendo tras una semana agotadora, no te preocupes. Cada vez que lo escuches lo sentirás de una manera distinta, te lo puedo asegurar. Y aquí nadie está para juzgarte, así que entómalo según lo sientas.
Eso es, creo yo, lo que Koryu Budo y Blovk esperan de ti, y solo eso: que dejes entrar su música apreciando el esfuerzo que hay detrás, y que sean tus emociones, con lágrimas o sin ellas, las que se entretengan conversando, navegando track a track.
Abre las palmas de las manos, mira cómo vibran. ¿Te están diciendo algo? Quién sabe, todo es posible cuando suena The Thinking Hand.