El próximo 28 de enero de 2022 el sello de Bernardo Hangar, DarkForest, se lanza a por este new year con un release de dos tracks (Sickwaves Part 1) uno firmado por el propio label owner y el otro por el virtuoso Mariano DC. Tengo el big pleasure de compartir, antes de su llegada, la première del track de Bernardo Hangar, llamado Uncontrolled Ripple. Y sí, cuando las ondas del estudio de Bernardo Hangar se van de madre, las potentes consecuencias se notan incluso en Rusia (y no lo digo por decir, lo explico en el artículo que sigue).
En resumen, estáis invitados a disfrutar de uno de los artistas más sólidos del techno actual en España y de uno de los sellos que deberías tener en el punto de mira como buen connoisseur. Release a release, DarkForest destaca por encima de la maleza.
Recuerdo con mayor nitidez de lo que imagináis cómo empecé 2021, es decir, qué hacía exactamente el día uno de enero de hace ahora ya más de 365 días. Aquella mañana, aprovechando una divertida e íntima velada entre colegas —recordemos que los clubes estaban cerrados, igual que lo siguen estando ahora mismo en Catalunya tras dos míseros meses de apertura—, me vestí con buen ánimo para publicar en You Play I Write el podcast y la entrevista con Bernardo Hangar. Me sorprendió gratamente la proyección del set, la estructura, la fuerza, el viaje, en definitiva, la clase que gastaba tanto en las mezclas como en la selección de tracks el artista fundador de DarkForest.
Publiqué ese contenido, y felizmente comprobé que tuvo muy buena aceptación, y no era de extrañar: Bernardo Hangar, tanto como productor como en los platos, tiene un savoir faire que evita lo fácil y, al mismo tiempo, tampoco se pierde complicando absurdamente sus tracks o sus sets para intentar demostrar que también sabe hacer techno retorcido.
Pasaron los meses, y aquellas ondas que lanzamos en You Play I Write con el set de Bernardo Hangar se revolvieron en Rusia, ni más ni menos, pero además de una manera muy precisa. De golpe y porrazo, un día recibo un correo atento y directo de un chico ruso, en perfecto inglés, que dice haber descubierto el proyecto de Vanity Dust y que alucina con los contenidos, que es imposible que lo lleve una sola persona, y que sí o sí quiere intentar ayudarme de un modo u otro, aportar su parte de conocimientos, tanto de techno y música electrónica como de diseño web. Asombrado por el correo, respondí entusiasta y al poco estábamos charlando por vídeollamada y compartiendo aventuras, planes e ideas.
Lamentablemente, el chico estaba terminando en aquel momento sus estudios avanzados y le salieron diversas propuestas de trabajo, por lo que tuvimos que dejar lo empezado por una mera cuestión de lógicas prioridades. Ojalá pudiese remunerar a un equipo, ojalá hubiese podido hacerle una oferta para trabajar conmigo, pero, claro, al mismo tiempo yo tampoco estoy obsesionado en monetizar el contenido a costa de vender la calidad de lo que comparto, ni trato de lucrarme con los artistas o sellos, que precisamente también buscan honestidad y rigor a la hora de ser escuchados, y no un chaquetero que tiene un fee fijo (y pasado) como condición para ponerse a trabajar (como cada vez más canales de Soundcloud y supuestos medios de comunicación independientes).
Me queda un regusto nostálgico de lo que pudo haber sido y no fue, aunque mantengo las good vibes de que alguien, en algún momento, podrá sumarse a Vanity Dust y seguir ampliando y dándole more push al proyecto.
Posiblemente, este sea el momento en el que te preguntes por qué te estoy contando esta película. No, no me he ido (demasiado) por las ramas, sino que nos faltaría saber, para cerrar el círculo, cuál fue la conexión exacta del chico ruso con Vanity Dust. Al preguntarle un día específicamente, lo tuvo claro: es muy fan de Bernardo Hangar y había visto y escuchado el podcast y, a partir de ahí, se había puesto a investigar todo lo que había detrás de Vanity.
Todavía sonrío al pensar en estas casi imposibles pero mágicas conexiones que ofrecen, más allá de toda la mierda de la red, el techno y la escritura. Las ondas de Bernardo Hangar, cuando vibran a su máximo potencial, provocan efectos descontrolados.
El track que estrenamos aquí y ahora, que tendrás disponible el próximo 28 de enero, se llama justamente Uncontrolled Ripple (Ondulación descontrolada). Suena tan bien que es difícil no querer pincharlo sin imaginar la reacción del público, sin poder tan siquiera pensar en lo a gusto que se sudará bailando este track para DarkForest, acompañado por la bomba de Mariano DC.
Y es que quizás ya lo sabías: cuando el descontrol parece reinar en el estudio de Bernardo Hangar, repleto de ondulaciones electrónicas que alcanzan más allá de cualquier frontera, tu vida puede estar al borde del cambio; puede que un chico de Tailandia o una chica de San Francisco también estén sintiendo lo mismo, quizás os encontréis en la pista en algún momento de vuestras vidas, comencéis un proyecto creativo juntos o, sencillamente, bailéis como si no hubiese un mañana: porque aprender a bailar de este modo es otra excelente forma de dejar que el techno te cambie la vida.
Fundador del sello DarkForest y pilar de la escena nacional con y sin pandemia, meet Bernardo Hangar y disfruta de su último podcast exclusivo.