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Escucha right now el track Biosphaera de Ameeva y prepárate para salir a la calle el próximo día 2 con un mood firme, contemplativo y electrónicamente sublime.
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El álbum Fractura del Sueño sale a la venta el próximo 4 de mayo de 2020 en Lowless Records.
Queda fuera de duda que la música ha sido —y sigue siendo— una de las mejores acompañantes para este tremendo confinamiento que, todo sea dicho, ha dejado a entes sociales, nocturnos y desorganizados como yo en una nueva situación de caos elevado cuadrado. A pesar de ello y sin victimizar en demasía, puesto que todos estamos nadando en un percal similar, en el campo de la electrónica, no han sido pocas las buenas noticias que hemos recibido por parte de muchos artistas que han decidido compartir su material vía streamings y lanzamientos. Y, entre una cosa y otra, cuando toda esta pesadilla comenzaba, recibí la propuesta de Ameeva para presentar y escribir acerca de su nuevo trabajo, Fractura del Sueño, un álbum vertebrado por múltiples géneros electrónicos que edita desde París el sello Lowless y que el artista, afincado en Berlín, ha cuidado y trabajado con todo detalle en el último año largo, desde que comenzó a trabajarlo el verano anterior, haciendo el Camino de Santiago. Recuerdo la conversación, por correo electrónico, en la que, sumido en el bajón por esta extrema limitación de libertades, le dije: si nos cuadra la fecha, busquemos un track de Fractura del Sueño que nos pondríamos para salir a pasear, cuando se pueda, y hagamos una buena Première unos días antes. Y lo encontramos. Se llama Biosphaera y aquí va.
Porque, cuidado, aunque este tema puedas escucharlo ya contemplativamente en tu casa y te deleite hacerlo, Biosphaera es un track que llama al movimiento, no desbocado, sino a la acción comedida. De poco te servirá que te lo pongas para ir al supermercado o para ir al estanco. Es un track que requiere de cierta libertad mental, de cierta perspectiva para tu mente, un cierto feeling de libertad y espacio.
Este track, al igual que como hizo Ameeva al componerlo, viene de cierta acción contemplativa (aunque suene paradójico), profunda y sin euforias, pero tampoco sin caer en la chunga depresión bajonera. Efectivamente, es un track para escuchar paseando, por ejemplo, pero no con un rumbo determinado ni con una sonrisa de winner en la face. Un track para seguir avanzando, con mayor atención a cada paso que das y menos vistas puestas en el destino final. Es un track que hasta puedes bailar, si te sientes lo suficientemente onfireista como para hacer una pequeña performance en la calle para animar a aquellos transeúntes atomizados que se dignen a contemplar tal espectáculo solipsista en estos tiempos.
Pero, ciertamente, lo más probable es que con este track entres en cierto estado melancólico, introspectivo, y hagas balance de la cantidad de noticias y movidas y charlas que has mantenido durante todo este tiempo encerrado. Si todo sigue como lo previsto, el próximo día 2 podrás salir a dar un paseo sin tener miedo a que te arresten por ello, pero obviamente el mundo seguirá más que medio parado. Y eso tampoco nos permite una plena celebración. Si nos ponemos un poco filosóficos, históricamente el ser humano siempre ha pendido más bien de un hilo, y esto de asegurar la supervivencia de 7.500.000 millones de personas es algo que nos viene mucho más grande de lo que nos gustaría creer. Por eso, esta sensación de fragilidad y temor, es algo normal en estos momentos, al igual que en otras épocas el porvenir humano tampoco estaba para nada garantizado. Pero, ojo, no caigamos en la distopía por que sí, ni tampoco en la apatía o el conformismo.
Biosphaera es justamente un track que nos empuja a seguir activos, pero no nos intenta convencer de nada a nivel emocional. No es techno, no es ambient, ni deep techno, pero sí bebe un poco de todo y nos dice: keep walking but mind the gap.
Y esta es la idea que por lo menos yo saco de todo esto: sigue tirando, pero con cuidado. Porque, más allá del virus, si a algo he estado expuesto todos estos días ha sido, precisamente, a no sentirme el tipo más creativo y más activo y más positivo del mundo: el tedio ha sido fenomenal, y el aburrimiento ha ganado en muchas ocasiones la batalla.
«Sabiendo que cada uno asociamos e interpretamos la música de forma distinta, sugeriría coger este álbum únicamente como vehículo, mientras que la imaginación del oyente es la que fija el rumbo de la experiencia sonora» — Ameeva
Estas han sido algunas de las palabras de Ameeva en la nota de presentación de Fractura del Sueño. Como oyente, contextualizando el track Biosphaera en el momento actual, tomo ese vehículo musical que nos lanza el artista y, como os decía, me lo enchufaré en los auriculares al salir el próximo día 2 de casa. Más contento que el día anterior, sin saber si este experimento de la desescalada funcionará debidamente, pienso sortear a niños y niñas con mascarillas y patinentes, atravesar tiendas cerradas y llegar hasta justo el kilómetro de recorrido permitido. Me portaré bien, a sabiendas de que correr riesgos no es más que otra forma de amedrentar la inseguridad. A sabiendas de que Fractura del Sueño es un pedazo de álbum que contiene multitud de tracks que bien merece la pena escuchar, ya sea a un kilómetro de distancia de tu casa o mientras abandonas, de una vez por todas, este sistema solar.