Alex Martin lleva en el mundo de la música electrónica desde mediados de los noventa, siendo uno de sus impulsores más notables y activos desde entonces en nuestro país, más allá de las modas y tendencias o los hypes de turno. Sus gustos mutan y evolucionan como lo hace la misma música, aunque siempre ha mantenido su independencia y sus proyectos, contra viento y marea. Tanto con sus live como en el estudio o pinchando en la pista, Martin es tremendamente versátil e inquieto. Y es que desde esos lejanos inicios hasta la fecha acarrea varios LPs y decenas de EPs y colaboraciones. Gracias a la colaboración con el sello Diffuse Reality, donde lanzó su LP el pasado año, PostHumano, puedes escuchar una hora salida de su estudio con una impecable selección de electro & beyond. Alex Martin firma así la edición 28 de la serie You Play I Write.
El dj y productor afincado en Barcelona Alex Martin es, cómo decirlo, un hombre orquestra contemporáneo en versión electrónica. Porque su trayectoria, para empezar, es tan larga y completa que muchos necesitaríamos varias vidas para alcanzar la maestría que ha desarrollado en tan diversos géneros musicales. Ya en 1995, cuando yo recién comenzaba a aprender a montar en bicicleta, por decir algo, Alex Martin debutaba con su primer álbum de inspiración acid Pieces For Endless Riddle, en el sello alemán Hypnotism. Antes de ese trabajo ya había publicado un EP, Karma Wheels, en un sello barcelonés. Año 1994. Desde entonces hasta la fecha, las décadas —ahí es nada— han transcurrido con ajetreo y mucha actividad desde el estudio de Alex Martin, con cuatro LP más y una veintena larga de releases, además de incontables remixes, giras y otros trabajos —porque Martin es, además, profesor y mentor y como tal ejerce en festivales como Teorema—. Su último LP, que no EP, lo firmó para Diffuse Reality, del que aquí avanzamos uno de sus encomiables tracks: Fuckers. Lo sacaba en 2019 y se llamaba PostHumano, quizás como una reflexión de lo que se avecina tras nosotros, simples humanos, no sabemos si será pronto o tarde, pero sí intuimos que será electrónico.
Y hablando de música y de nuestro hombre orquestra electrónica, Alex Martin es uno de esos artistas que conoce el abanico de géneros porque él ha ayudado a nutrirlos, del techno al acid, del acid al house, del house al industrial. ¿Nos dejamos algo? ¡Pues claro! Y adrede, porque aquí nos presenta un periplo electro al que ha llamado Neutral Charge, a saber, una Neutral Charge se produce cuando un átomo tiene el mismo número de electrodos que de protones. Cuando esto se produce, se evitan las corrosiones en cualquier superficie metálica. Algo así, que suena mucho mejor si Alex Martin despliega su biblioteca de electro y traza un viaje para evitar que nos oxidemos, que nos quedemos un poco desgastados por la falta de inputs nuevos y la habitual overdose de techno de los últimos meses. Su set se estructura sin excesos, con altibajos emocionales, con tracks espléndidos, expansivos y luminosos como Crosswalk de Technasia u otros tracks que vuelven locos a los detectores de tracks, ya sea Shazam o SoundHound y que desafían nuestro criterio como connoisseurs, o lo tensan al límite. We are not machines, ni tampoco somos, todavía, PostHumanos.